jueves, 7 de agosto de 2014

Así organizamos nuestros días

Fue un verano duro, muy duro, creo que el peor de mi vida. Garbancita sufriendo y esa sensación de impotencia, de no saber qué hacer, de sentirme tan mala madre y tan inútil  podía conmigo.
 
Llegué a un punto que entre la falta de sueño y mi estado de nervios lo único que quería era que se llevaran a Garbancita y me la devolvieran con tres o cuatro meses, que yo tuviera más fuerza y más ánimo. Me sentía incapaz de seguir adelante.
 
Otras veces pensaba en que me dieran alguna pastilla o algo que me permitiera dormir, dormir y dormir sin enterarme de nada y que los días pasaran sin ser consciente de ello.
 
No podía más. Cuando conseguía dormir algo  escuchaba música en mi cabeza, tenía la sensación de estarme volviendo completamente loca.
 
Garbancita no dormía nada de nada como no fuera en brazos, así que Luisín y yo empezamos a hacer turnos para casi todo. Por la noche yo me levantaba a darle las tomas pero luego se quedaba él con ella pasillo arriba pasillo abajo hasta que conseguía meterla dormida profundamente en la cuna, así nos aguantaba como mucho dos horas, y cuando se volvía a despertar Luisín se levantaba con ella, a veces se sentaba con ella en brazos y la volvía a dormir, y otras veces cuando no quería dormir más, la cogía y se la llevaba a la calle en el carro a ver si conseguía que el carro le empezara a gustar, pero casi siempre Garbancita terminaba en la mochila portabebés que era donde más tranquila estaba.
 
Yo dormía mientras él estaba con ella, y le relevaba a eso de las 7 u 8 de la mañana, que me levantaba y me sentaba en el sofá con ella en brazos, no hacía nada más. Sólo estar con Garbancita en brazos. Luisín se encargaba de todo lo demás, preparar comida, salir a la compra, arreglar la casa... todo. Yo aprendí hasta a ir al baño con ella en brazos si no tenía a nadie que me sustituyera.
 
A la hora de comer nos turnábamos también, primero comía uno mientras el otro sostenía a Garbancita en brazos. Era impensable ponerla en el carro, o en la hamaca, o en la minicuna unos minutos y que ella no llorara. Llegando la hora de la siesta yo me quedaba con ella en brazos sentada en el sofá, donde estaba todas las mañanas, era el tiempo que Luisín tenía para dormir algo. Así que cerrábamos todas las puertas a cal y canto para que el pobre pudiera dormir por lo menos tres horas seguidas y descansar un poco.
 
En aquellos momentos me hacían compañía la televisión, el facebook, el ipad y poco más, me pasaba el día buceando en google buscando soluciones, cuando me cansaba abría el facebook el cual me ponía muy triste porque veía a la gente tan feliz y yo estaba tan mal que me daba mucha envidia sana. Otras veces leía libros y cuando estaba saturada de todo me ponía a jugar con el móvil, desde entonces odio el Candy Crush Saga.
 
Leí varios libros que recomendaban en google, como "Dormir sin lágrimas" de Elizabeth Pantley, "Duérmete niño, el método Estivill para enseñar a dormir a los niños" del Dr Eduard Estivill, o "Un regalo para toda la vida, guía de la lactancia materna" del pediatra Carlos González. Yo trataba de aplicar todo lo que leía menos el del doctor Estivill que me vi incapaz de llevarlo a cabo. No fuimos capaces ni su padre ni yo.
 
En el de dormir sin lágrimas recomendaban acunar al bebé hasta que estuviera casi dormido y luego meterle en la cuna para que se terminara de dormir, no recuerdo la de veces que lo intenté durante las siestas. La acunaba y cuando estaba medio dormida la metía en la cuna, me aguantaba dos minutos de reloj y vuelta a empezar. A parte de no conseguir nada empecé  a tener un dolor de rodillas que casi no podía moverme, con tanto me pongo de pie me vuelvo a sentar tenía agujetas por todos lados.
 
Al mes y medio de hacer esto todos los días, desistí. No volví a intentarlo más. Después de comer la ponía en brazos y hasta que se quisiera despertar para mamar lo poco que mamaba. Eso sí, no me dejaba que yo me acomodara y echara alguna cabezadita, si la movía de posición lloraba para variar.
 
Así que así nos pasábamos los días, cuando se levantaba su padre de la siesta me la cogía para que yo pudiera ir al baño o a beber agua o a estirarme simplemente, luego la volvía a coger hasta que llegaba la hora de su baño y de mi ducha, la cual era en menos de 5 minutos para luego poder cenar y volverla a coger en brazos. 
 
Así un día y otro día y otro día. Me sentía una esclava total de ella, no tenía tiempo para nada de nada, mi vida había terminado para empezar la suya.
 
Para poder seguir, empecé a ponerme metas, y empecé a pensar que a los tres meses cambiaría todo. Luisín me decía, -no te pienses que a los tres meses porque tenga tres meses va a cambiar de un día para otro. Pero bueno en mi mente estaba que aquello iba a mejorar.
 
Así que desde entonces mi único objetivo eran los tres meses.

4 comentarios:

  1. ¿En realidad se llama Garbancita? Qué insulto para tu bebé con todos mis respetos.

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    1. De verdad crees que se puede llamar Garbancita???? es un pseudónimo, una manera de proteger su identidad!!

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  2. No se como he llegado a tu blog, pero te dire que me encanta como escribes y me conmueve mucho todo por lo que estas pasando con Garbancita. Eres una luchadora desde el mimo momento de tu parto. Hay que ver que gente mas poco humana se dedica a profesiones que tengan que ver con niños. Que poca idea tienen una gran mayoria de pediatras, matronas,.......
    Tu caso y el de Garbancita me recuerda mucho al de mi primera hija. Los primeros dias fueron horribles desde la primera noche. Lloraba y lloraba y solo se calmaba en mis brazos y al pecho y esa misma noche ya durmio conmigo. Era horrrible verla asi y no saber que hacer. Habia dias que me tiraba con ella mas de 4 horas seguidas en mi pecho porque era soltarla y llorar desconsoladamente.
    El pediatra como siempre lo unico que te dice es que eran colicos y que se le iria pasando, pero yo sabia que a mi niña le pasaba algo mas porque era todo el dia.
    Casi al mes mi hermana que trabaja en un quiropranctico me dijo que por favor la llevara porque no podía seguir así. Y fue mano de santo!!!! La niña lo que tenia era la primera vértebra cervical luxada!!! Eso le provocaba un dolor inmenso, malestar general, estreñimiento, y un sinfín de cosas. Con un solo clic en su diminuto cuello de la forma mas delicada que te puedes imaginar, se le paso gran parte de su problema. Tuvimos 6 sesiones mas, pero desde el primer dia la niña dio un cambio espectacular.
    Con el tiempo me entere que el 90% de los bebes nacen descolocados, o bien producido por el parto o durante el emebarazo x alguna posicion que tuviesen.

    Desde ese dia cada mama que me comenta que su bebe llora y llora le mando al quiropráctico. A nosotros nos cambio la vida y a mi pequeña mas.
    Los colicos como tal es algo que dicen los pediatras cuando no saben ni que decir. Lo que pasa es que a los 3 meses el bebe se hace inmune en muchos casos al dolor que tiene y entonces ya no llora tanto. BIen podian reciclarse un poco porque estan de los mas obsoletos.
    En un grupo de mamas que tengo una tenia un bebe que era tambien muy similar a Garbancita. Los pobres lo pasaban fatal. Le sometieron a todo tipo de pruebas para descartar. Yo intentaba convencerla para que visitara al Quiropractico y despues de acabar con todas las pruebas de su bebe fue. Su hija tenia el Sindrome Vago. Un sindrome que afecta a todos los organos del cuerpo y no funcionan correctamente. Con la primera visita su hija porfin sonrio. No se lo creian!!!! Cada vez que hacian la visita al Quiro notaban mas y mas mejoria.Tuvo que seguir haciendo un tratamiento pero la niña esta recuperada por completo.
    Yo no descartaría hacer una visita. El Osteopata es otra tecnica tambien buena pero no va al problema en si. Este quiro esta en Madrid por si te interesa. Nunca es tarde.
    Con mi segundo hijo la visita la hice al salir del hospital. Me negaba a pasar por lo mismo. No entiendo como algo tan comun en muchos paises europeos, que hasta el quiropractico esta en el mismo hospital, no se recomienda en España.

    Sigue tan luchadora y ojala Garbancita se recupere del todo porque lo que si te digo sin ser pediatra es que Colicos no son.
    Un abrazo.
    Sonia

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    1. Muchas gracias por leerme, he leído tu experiencia y he alucinado!! Garbancita, por suerte, está mejor, pero aún así pásame el quiropráctico de aquí de Madrid. Muchas gracias por todo!!

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