jueves, 20 de noviembre de 2014

La Primera Navidad De Garbancita


Con los seis meses también llegaron las navidades y la primera bronquiolitis. La verdad es que a mí las navidades me encantan y con la niña era como que tenían más emoción.

Nochebuena y Navidad nos tocó en Galicia. Para mí eran las primeras navidades con Garbancita y la primera vez que iba a salir un poco de la rutina, eso me hacía sentirme insegura y ansiosa, el darle de comer, dormirla y estar en sitio distinto al nuestro era algo superior para mí. Pero teníamos que cumplir con la familia paterna así que era el momento de hacer de tripas corazón.

Acostumbrarse a otro ambiente le costó un poco, pero bueno éramos muchos para estar pendientes de ella. La noche de Nochebuena la vestí de Papá Noel toda de rojo guapísima y nos fuimos a cenar a la casa de la hermana correspondiente. Garbancita no paraba de mirar, estaba alucinada con las luces, la gente, la casa... empezamos el primer plato y ella no tenía intención de dormirse pero eso sí sólo quería estar en brazos de su padre o de su madre. La intentamos llevar a una habitación a parte varias veces para que se durmiera pero como es un PequeñoSuricato le pudo la curiosidad. Así que nos costó varios paseos dormirla porque ella no se quería perder nada de la cena. Ya casi en los postres cayó rendida y la acostamos en una cama pero cuando la cogimos para llevárnosla a casa se despertó y ya tuvimos "fiesta" toooda la noche.

Nochevieja tocó en mi casa del pueblo. Llegamos de Galicia unos tres días antes. Y ella ya se la veía un poco pachucha, tenía mucha tos, mocos y estaba apagada, pero bueno pensamos que era fruto del tiempo. El mismo día de Nochevieja nos tuvimos que ir con ella a urgencias a las 6 de la mañana, no habíamos podido dormir en toda la noche porque se asfixiaba, nosotros le aspirábamos los mocos, le pusimos cebolla en la habitación, le dábamos agua, pero nada la niña no era capaz de respirar y menos de dormir.

Como ya os he dicho soy de un pequeño pueblo de Cáceres y allí para poder ir a urgencias tenemos que hacer media hora de viaje como poco. Así que imaginaos con el frío que hace, la niña tan malita y montarla en el coche helado. En fin una odisea.

Llegamos y para colmo no había pediatra en urgencias,  pero aún así nos dijeron que la atendería una doctora. Doctora que por cierto se portó muy bien con nosotros. En consulta nos dijo que Garbancita tenía bronquiolitis. ¿Bronco que? yo cuando escuché esa palabra casi me da algo. Ay que mi niña tenía bronquiolitis... sólo quería llorar. En realidad no sabía lo que era pero me sonó muy mal.

Bronquiolitis: es una enfermedad frecuente del aparto respiratorio, provocada por una infección que afecta a las vías respiratorias diminutas, denominadas "bronquiolos", que desembocan en los pulmones. Conforme estas vías respiratorias se van inflamando, se hinchan y se llenan de mucosidad, lo que dificulta la respiración.

La doctora nos tranquilizó y nos dijo que había que ponerle una mascarilla para que ella aspirara la medicación que le iban a poner. Yo me llevé las manos a la cabeza, "cómo iba a aguantar la mascarilla si no paraba quieta un minuto". Mi estado de nervios era tal que tuvo que cogerla su padre y sujetar él la mascarilla porque yo era incapaz, para mi asombro lo aguantó perfectamente.

Nos dijeron que por la tarde teníamos que volver para ponerle esa misma medicación otra vez, y al día siguiente tendríamos que volver otras dos veces para que Garbancita se fuera encontrando mejor y pudiera respirar.

Esa misma mañana de vuelta a casa ella ya iba más tranquila porque podía respirar un poco mejor y la tos la tenía un poco más suave. Estuvo todo el día muy apagada. Pobrecita mía que despedida de año iba a tener.

Por la tarde dejamos en casa a toda la familia preparando la cena y nos fuimos mi madre y yo otra vez al centro de salud. Yo estaba de los nervios sólo de pensar que había que ponerle la mascarilla, pero mi madre que tiene más aplomo que yo me dijo: "tú no te preocupes que yo se la sujeto", y efectivamente con ella la niña se portó muy bien, a los 10 minutos de mascarilla ya estaba un poco cansada pobrecita, pero le puse los Cantajuegos en el móvil y aguantó hasta el final tan tranquila.

Esa mascarilla nos permitió pasar una buena cena, ella estuvo todo el rato con nosotros mirándonos y jugando, se notaba que respiraba mejor y estaba más tranquila.

Yo soy muy supersticiosa y con el momento de las uvas me pongo muy nerviosa (y con qué no si me ahogo en un vaso de agua). Mi preocupación era si a Garbancita le entraba el sueño y se dormía se iba a despertar sobresaltada al escuchar los petardos y el escándalo en la calle y ya iba a estar nerviosa toda la noche. Su tranquilidad para mí era lo primero. Pero Garbancita aguantó hasta las 12.00 de la noche y sin una muestra de sueño. Vivió los petardos, los brindis, el escándalo... un poco asustada pero bien. Aguantó tan bien que luego tuvimos fiesta toledana toda la noche.

Con el tiempo me enteré de que el ventolín que era lo que a ella le ponían en los aerosoles les altera muchísimo cuando son tan pequeños y a mi Garbancita le ponía como una moto por eso el día de nochevieja no hubo manera de que se durmiera, al fin y al cabo, no hay mal que por bien no venga.
 
Al día siguiente decidimos venirnos a Madrid porque tener a la niña en carretera tantas veces al día no nos hacía mucha gracia y aquí el hospital lo tenemos al lado. Así que nada, lo primero que hicimos nada más llegar fue ir al hospital porque como hacía mucho que no lo visitábamos.....