martes, 15 de marzo de 2016

Febrero de 2015

Aquí estoy de nuevo! ahora sí que sí quiero retomar el blog, he recibido tantos comentarios de mamis y tantos ánimos porque siga contando mi historia que allá voy. Sigo con la historia de Garbancita.

Ya os conté cómo después de 9 meses de sufrimiento le descubrieron una intolerancia a la lactosa, pero la cosa no se quedó ahí, la cosa continuó. Es verdad que Garbancita sin la lactosa iba mejor pero no quería ver un biberón ni en pintura. Así que nosotros con nuestra santa paciencia seguimos con las papillas durante meses.

En febrero de 2015, el año pasado, ella tenía 17 meses, y empezó a estar muy malita de la tripa, hacía unas cacas horribles, vomitaba todo lo que comía, estaba muy triste y apática. Ni que decir tiene que la llevamos al médico varias veces, tanto a urgencias como a su pediatra, donde nos decían que era una gastrioenteritis que en breve se le quitaría, que era muy normal en los niños que iban a guardería.

Recuerdo que una madrugada tuvimos que ir a urgencias porque ella no paraba de hacer caca, ahí decidimos llevarla por lo privado, y en la primera analítica que le hicieron decidieron dejarla ingresada porque no sabían lo que tenía y estaba deshidratada. Bueno no sé cómo habréis vivido esos momentos vosotros, pero a mí se me vino el mundo encima, pensar que la tenían que dejar ingresada tan pequeña porque sus padres no la habíamos hecho lo suficiente, o eso pensaba yo. Fue horrible y muy duro. Las lágrimas se me caían.

Los dos solos en Madrid con el hospital lejos de casa, tener que avisar al trabajo de la situación, turnarnos para estar cerca de ella y a la vez tener unos minutos para comer y ducharnos, fue durísimo porque era todo nuevo para nosotros y todo un descontrol.

Estuvo tres días ingresada a base de suero mientras le hacían pruebas y perrerías, llegaron a pincharla hasta cinco veces porque no eran capaces de hacerlo bien a la primera. Recuerdo que en una de estas, Luisín se encaró con la enfermera y le pidió por favor que pusiera un poco de cuidado porque Garbancita tenía ya los brazos, las manos y las muñecas llenas de pinchazos, a lo que la enfermera le respondió que con esa actitud iba mal por la vida. Imaginaos nuestra cara...

Cómo os digo a los tres días le dieron el alta, porque al estar a base de suero ella ni vomitaba ni hacía caca con lo cuál decidieron que ya estaba curada.

Estuvimos un día en casa y a la noche siguiente tuvimos que volver al hospital porque ella estaba igual, cada vez que comía algo sólido o bebía algo vomitaba sin parar y tenía una diarrea exagerada. En urgencias avisamos de que habíamos estado justo hacía un día y nada más ver como estaba la niña decidieron que lo mejor era volver a ingresarla.

Otra vez a pincharla para cogerle una vía, a sufrir porque ella pobre quería moverse pero con el brazo así era imposible, a empezar a hacerle pruebas... en fin un horror. 



En esta ocasión pedimos que por favor la viera alguien de digestivo ya que para nosotros, padres, nos parecía raro que fuera una gastrioenteritis después de tantos días y que ella no mejorara. Nos dijeron que el protocolo decía que hasta que no pasaran 20 días en los que Garbancita siguiera sin mejorar no podían avisar a nadie de digestivo, con lo cual teníamos que esperar a que pasaran esos 20 días. Lo veis lógico? un bebé de 17 meses sin comer, sin moverse de la cama, sin reír, sin jugar,... enganchada un suero 24 horas durante días, lo veis normal?

Ni que decir tiene que Luisín puso el grito en el cielo y removió el cielo y la tierra para buscar una solución porque no podíamos seguir viendo sufrir a Garbancita sin una solución.

Conseguimos después de mucha lucha que el de digestivo viniera a verla antes de lo que marcaba el protocolo, le hizo varias pruebas de las cuales concluyó que Garbancita tenía una contaminación intestinal (no llegamos a entender que era) y con lo cual colón irritable. Con 17 meses colón irritable? no dábamos crédito... pedimos por activa y por pasiva que le hicieran las pruebas de la alergia a la leche de vaca y al gluten, nos costó lo nuestro pero se las hicieron....

Y continuará....

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