viernes, 6 de febrero de 2015

Intentando Resolver Problemas...

Cómo ya os he venido contando en todas las entradas Garbancita era bastante rebelde, recuerdo que una de las doulas con las que me puse en contacto me dijo que era un bebé de alta demanda, yo eso no lo había escuchado en mi vida, era nueva en todo esto y me explicó que significaba que este tipo de bebés necesitaban mucha más atención que otros bebés.

De que Garbancita necesitaba más atención no me cabía duda, si siempre estaba en brazos, siempre siempre. De hecho yo había hecho mi nido particular en el sofá, tenía una mantita, un cojín al lado izquierdo para apoyar el brazo, un cojín en los riñones para la espalda y uno más encima de la mesa para poder estirar las piernas. Yo sujetaba su cabecita con mi brazo izquierdo y junto a mi brazo derecho tenía los mandos de la tele, revistas, tablet, e-book, cosas con las que pudiera entreterme, allí nos pasábamos el día entero, incluso dormíamos allí. Si yo necesitaba ir al baño o a beber agua iba con ella en brazos. Imaginaos un día y otro día y otro día así, yo no distinguía entre día y noche, entre sábado o lunes, todos los días eran iguales, psicológicamente eso te mina. Aparte del sentimiento de culpabilidad que tienes, quieres estar feliz porque la tienes a ella pero no puedes porque su malestar te puede y se suma al tuyo... un horror.

Pues una vez resuelto "más o menos" el tema de la comida, (eso sí la leche no la quiere ver ni en pintura), nos tocó tratar el tema del sueño. Garbancita era incapaz de dormir dos horas seguidas y yo eso no lo entendía siendo un bebé, en todos sitios leía que tenían que dormir como 16 horas. ¿16 horas? por más horas que yo sumara nunca me salían 16, nunca, y seguidas ni dos, pero ni siquiera con 7 meses, nada.

Así que decidí investigar un poco sobre el tema, encontré varios autores de libros que trataban el tema del sueño y me puse en contacto con ellos. Me dijeron que no me preocupara porque todo tenía solución y que Garbancita no durmiera podría ser por varias razones. Estos médicos trabajaban en Valencia y como yo vivo en Madrid les pedí que me recomendaran algún médico aquí que tratara los trastornos del sueño del bebé porque trasladarme a Valencia no podía.
 
Me recomendaron una Unidad del sueño del bebé que hay en la Ruber Internacional, y en especial me recomendaron a una doctora. Mi cansancio y desesperación eran tales que allí me planté en cuanto me dieron cita.
 
Nos explicaron varias causas posibles por la cuales ella no dormía bien, desde falta de hierro hasta vegetaciones, nos pidieron pruebas de analíticas y que hiciéramos un cuadro de registro en el que apuntábamos cómo, cuánto y qué horas dormía durante un mes. Una vez tuviéramos todo eso tendríamos que volver.
 
Cual es mi sorpresa cuando a la salida de la consulta me dicen que la tengo que abonar, yo contaba con que tendría que pagarla pero no contaba con la cantidad. Me quedé blanca, muda y sin pestañeo cuando me dijeron que la cantidad era de 300€, ¡¡¡¡¡300€!!!!! ¿¡pero quién se puede permitir hoy en día pagar una consulta de 300€!? no me puse a llorar allí porque no tenía ni lágrimas. Evidentemente lo pagué pero ni qué decir tiene que no pudimos volver.
 
Ante el fracaso de mi investigación perdí toda esperanza en que Garbancita algún día pudiera llegar a dormir en condiciones, el problema no era que Luisín o yo no pudiéramos dormir, era que ella no descansaba y luego durante el día estaba irritable y enfadada porque se moría de sueño y no era capaz de dormir.
 
No podía quedarme de brazos cruzados, algo tenía que hacer. Una de las pruebas que nos mandaron en la Ruber era una prueba de sueño, es decir, pasar una noche con ella en el sitio donde se la hicieran para que vieran cómo dormía, si tenía apneas, terrores, nervios, había que descartar varias cosas.
 
Pero una vez más me encontré con la realidad de frente, como Garbancita tenía sólo 7 meses se negaban a hacerle la prueba en todos sitios. Paga seguros privados  para esto. Nadie me daba ninguna alternativa, sólo me colgaban el teléfono.
 
Así que harta de todo, todo, todo decidí, como último recurso llevarla a un neurólogo, del cual me había informado y parecía ser bueno.
 
Nada más entrar vi una consulta toda llena de niños lo cual me tranquilizó porque para mí significaba que sabía que estaba tratando con seres indefensos y comprendería en cierta manera la desesperación de los padres. Le entregamos toda la documentación que teníamos de las pruebas que habíamos podido realizarle y examinó a Garbancita de arriba a bajo. Nos dijo que tendríamos que volver para realizarle más pruebas pero que por el momento parecía que era una niña muy viva y que para ella dormir era perder el tiempo. Bueno a mí me pareció que era simplemente una manera de tranquilizarnos pero que no tenía ni idea de lo que le podría pasar.
 
Volvimos otro día para poder hacerle las pruebas que nos pedía el doctor. Garbancita se portó lo mejor que pudo, pero creo que las pruebas no fueron muy concluyentes. Finalmente el diagnóstico fue que es una niña muy nerviosa y que prefiere explorar a dormir y que para mí traduje como: "aguantaros sin dormir y ya vendrán tiempos mejores, es lo que hay".
 
 Cuando salí de allí, tiré la toalla, no tenía fuerzas para más, me resigné a no dormir y a asumir que eso era lo que había, con el tiempo pensé, quise tranquilizarme a mí misma, mejoraría.
 
A día de hoy Garbancita tiene 19 meses y no ha dormido ni una sola noche del tirón, a medida que ha ido creciendo ha conseguido dormir más horas seguidas pero ni una noche entera. Pero bueno, cabe decir que algo hemos mejorado.